Una de las dudas más frecuentes para los Abogados hoy en día, es: ¿Cómo impedir que alguien modifique un archivo electrónico? Sobre todo, si lo tengo que proporcionar a alguien o incluso presentar a un juzgado, nos da vuelta la cabeza pensando qué argumento usar para convencer de que no se pueden modificar nuestros archivos.
La respuesta es: No se puede evitar que alguien con acceso a nuestros archivos los modifique.
Lo que si podemos hacer, es que, una vez el archivo electrónico se ha generado en la forma que deseamos conservarlo -o entregarlo-, ya sea porque se incluyeron firmas electrónicas en él, o por que simplemente quiero asegurarme de que es el mismo archivo, en ese caso podemos recurrir a una herramienta que nos dejará dormir tranquilamente.
Esta herramienta es un HASH criptográfico (algoritmo) también conocida como CHECKSUM
¿Y eso con que se come?[1] básicamente esta herramienta se ejecuta sobre nuestro archivo, y realiza una serie de operaciones matemáticas (casi magia) que nos da como resultado una cadena alfanumérica de una longitud definida que únicamente se podrá obtener sobre ese archivo especifico, y que de modificarse el archivo la cadena variará.
Es decir: Si aplicamos un HASH sobre un archivo «.docx» y el resultado es 1A2B3C4D5E6F7G8H9I0J, y posteriormente abrimos ese archivo y agregamos un simple espacio, luego lo guardamos y volvemos a aplicar el HASH, la cadena será diferente a la inicial; y aun si volviéramos a abrir el documento y borráramos el espacio que pusimos, guardamos y aplicamos el HASH, la cadena seguiría siendo distinta a la inicial.
Como lo están intuyendo, aunque no podemos impedir que alguien modifique nuestros archivos, si podemos comprobar que nuestros archivos no han sido modificados. Y esto se hará porque tendremos la cadena de verificación de nuestro archivo y siempre que queramos comprobar que es el mismo podremos aplicar el HASH y comparar la cadena resultante con la inicialmente obtenida, y si son iguales… Adivinaron, mi archivo se encuentra integro e inalterado.
En un caso práctico, podríamos compartir la cadena que nosotros sabemos corresponde al archivo original y el receptor podría comprobar que se trata exactamente del mismo archivo, sin modificaciones.
Maravilloso ¿Verdad?
Espero qué el presente artículo les pueda servir para conocer un poco de los HASH criptográficos y su utilidad para el mundo jurídico. Me gustaría recibir sus comentarios y por favor compartan para ayudar a otros a obtener esta valiosa información.
*[1] En México es una expresión que denota interés por saber, ¿Qué es? ¿En que consiste? ¿De que se trata algo? o simplemente, pedir que nos den mayor información al respecto.
Escrito por: Augusto MENESES
Abogado Consultor en Tecnologías de la Información.