El sorprendente poder de un reto y como se puede convertir en una aceptación inconsciente para proporcionar información al mundo digital.
El poder del reto sale de lo digital, sale de las redes sociales hasta las fotos impresas que están siendo digitalizadas por los mismos usuarios para participar en este reto. Este potencial que incita a las personas a abastecer de información gráfica las redes sociales con la única recompensa de ser visto por sus amigos y obtener reacciones, podría ser la mejor forma de obtener la información necesaria (y procesada) para entrenar tecnologías de reconocimiento facial.
Me explico: al iniciar un reto que tiene como consecuencia que miles de personas localicen incluso entre sus archivos físicos una fotografía de aproximadamente una antigüedad de 10 años y la coloquen al lado de una foto reciente o inclusive recién tomada, es una tarea de procesamiento que ningún robot podría hacer, pero que, sirve de mucho a un algoritmo de reconocimiento facial que calcula la evolución que podría tener un rostro humano en un periodo de tiempo determinado.
Además, es información que ya ha sido identificada y validada por los usuarios, es decir que cumple con los requisitos de ser la misma persona, de tener un aproximado de 10 años de antigüedad y que se encuentra una al lado de la otra en una imagen compuesta.
Sorprendente ¿no? ¿Ustedes qué opinan?
Escrito por: Augusto MENESES
Abogado Consultor en Tecnologías de la Información.