¿Por qué CoDi no tiene éxito en la pandemia?

Se supondría que con la pandemia del COVID-19; CoDi tendría mayor adopción por los usuarios, como lo han sido muchas tecnologías, sobre todo porque «soluciona» el contacto entre personas por el uso de efectivo. Pero al parecer no ha sido así ¿Por qué? ¿Qué es lo que pasa?

Vamos a explicarlo por partes, para lo cual responderemos a las preguntas ¿Qué se necesita para tener CoDi? ¿Cómo se llega a CoDi? ¿Cómo funciona CoDi?

CoDi tiene su nacimiento oficial el 20 de mayo de 2019 con la publicación en el DOF de la CIRCULAR 8/2019 cuyo objetivo es la Instrumentación de Transferencias CoDi.

Según el propio Banco de México CoDi es una plataforma (Yo diría una función o modalidad de pagos) desarrollada por Banco de México que permite realizar transferencias electrónicas entre cuentas de depósitos de personas físicas y morales utilizando la actual infraestructura de pagos (rieles del SPEI).

Para tener CoDi es necesario contar con un dispositivo móvil y una cuenta de depósito en una institución financiera participante en CoDi. Los puros requisitos ya son un reto a superar, debido a que todas la personas que no están bancarizadas quedarán fuera, luego las personas bancarizadas tendrán que contar con un dispositivo móvil (con conexión a internet, por cierto). Esto hace a CoDi, a mi parecer, una función o modalidad de pago más que una plataforma, pues no es posible implementarla de manera autónoma, y para pagar es necesario usar la implementación de tu Banco. Si la inclusión financiera era el objetivo del sistema CoDi, me parece que se alejó de dicho objetivo cuando tomó como requisito ya estar dentro del sistema bancario, la inclusión financiera, en palabras de este servidor, significa abrir la posibilidad a las personas que no están bancarizadas de estarlo, además, en los sectores más vulnerables implicará dotarlos de las herramientas necesarias para acceder a las operaciones y servicios financieros.

Ya estando bancarizado y con un celular (u otro dispositivo compatible) en la mano, con conexión a internet, lo siguiente es habilitar la función (Insisto en el término) CoDi, para ello realizaremos todas las acciones necesarias para acceder a la Banca Móvil (también se conocen como Servicios Electrónicos) que nos proporciona nuestro Banco. Hasta este punto ya disponemos de múltiples funciones (operaciones y servicios financieros) que nos proporciona nuestro Banco, entre ellos la capacidad de hacer transferencias electrónicas. Aquí reflexionaremos sobre el aparente primer enemigo de CoDi, pues la propia aplicación en la que se aloja ya tiene la posibilidad de hacer transferencias electrónicas (pagos si le quieren llamar así). Es sobre dicha aplicación que debemos realizar la configuración de CoDi, lo que significa volver a validar el dispositivo móvil y otra información, es como iniciar sesión dos veces para acceder a una función que ya tenía la app, solo que ahora con hermosos QR (Si tuvieran imágenes divertidas quizá habría más incentivos para escanearlos). Hasta aquí ¿Qué diferencia habría con un tendero que decidiera imprimir su cuenta CLABE para recibir pagos? Y hasta el cliente tendría la ventaja de no necesitar estar atinándole con la cámara al QR para poderlo leer y pagar.

Aquellos que hayan decidido llegar tan lejos se verán recompensados con la posibilidad de usar CoDi, si vas a pagar necesitas primero que quien te cobre genere un QR, si no, no puedes pagar por CoDi. La persona que genera los QR necesita ingresar los datos de monto (o lo deja sin monto para que lo ponga el que paga), Concepto y Referencia; son los mismos datos que se necesitan para pagar por cuenta CLABE, solo que sin mostrar o decir tu cuenta CLABE, lo que pudiera ser bueno para mantener la privacidad pero no una buena experiencia de uso.

En conclusión, CoDi tiene requisitos más allá de los técnicos y ofrece una sola funcionalidad, lo que no lo hace tan atractivo ni estimulante para las personas bancarizadas y no creo que sea un objeto de deseo para los no bancarizados y que recorran el camino necesario para conseguirlo.

CoDi es una tecnología de pagos remotos más que presenciales, pues sigue sin superar la practicidad del efectivo o de una tarjeta bancaria (débito o crédito), es casi catalogable como un medio de disposición, y como tal, cualquier Fintech que ofrezca un medio de disposición lo suficientemente práctico se llevará el mercado que hoy trata de conseguir CoDi.

La solución, cualquiera que quiera diseñar un medio de pago exitoso deberá prever: 1) Una forma sencilla de adquirir usuarios (Inclusión Financiera); 2) Hacer tan sencillo realizar pagos de una sola vez, y todavía más sencillo los pagos recurrentes; 3) Enfocar su herramienta para pagos presenciales o remotos, quedarse en medio no es opción, si puede tener dos herramientas, en hora buena, próximo unicornio Fintech; y 4) No se debe perder de vista que la gente que compra un taladro no quiere un taladro, quiere un hoyo en la pared.

Escrito por: Augusto MENESES

Abogado Consultor en Tecnologías de la Información.