El término «nuevas tecnologías» ha sido ampliamente utilizado para describir las tecnologías de la información y comunicación (TIC), como internet, dispositivos móviles y redes sociales. Sin embargo, esta denominación puede resultar engañosa y poco precisa.
En primer lugar, el adjetivo «nuevo» implica que estas tecnologías son recientes y revolucionarias. Aunque es cierto que las TIC han experimentado un rápido avance en las últimas décadas, el término «nuevas» tiende a quedarse obsoleto con el tiempo, ya que lo que una vez fue innovador pronto se convierte en parte de la infraestructura tecnológica común. Por lo tanto, llamar a las TIC «nuevas tecnologías» puede llevar a malentendidos y a una falta de apreciación por su evolución continua.
En segundo lugar, la designación de «nuevas tecnologías» puede pasar por alto otras áreas tecnológicas igualmente innovadoras que no están relacionadas con la información y la comunicación. Avances en energía renovable, biotecnología, inteligencia artificial y muchas otras disciplinas también merecen atención y reconocimiento. Usar el término «nuevas tecnologías» de manera exclusiva para referirse a las TIC limita la visión de la innovación y la contribución de otras áreas importantes.
En resumen, si bien es cierto que las tecnologías de la información y comunicación han transformado la sociedad de manera significativa, es más apropiado referirse a ellas como «tecnologías de la información y comunicación» o simplemente «TIC». Esto refleja de manera más precisa su papel en la sociedad y evita la connotación temporal y excluyente que puede acompañar al término «nuevas tecnologías».